¿Has escuchado anteriormente el término “edificio inteligente”? Cuando queremos comprar un departamento u oficina buscamos las mejores opciones disponibles. 

Hoy en día, gracias al desarrollo de la tecnología, este tipo de edificios no solo proporcionan todos los servicios que el usuario necesita, sino que lo hacen con la mayor eficiencia posible, minimizando los gastos y aumentando el ahorro de energía durante la vida útil de la construcción.  

¿Interesado en saber más sobre esta clase de edificaciones? En el siguiente artículo, te mostramos qué es un edificio inteligente, cómo funciona, entre otros aspectos importantes.  

¿Qué es un edificio inteligente?

Un edificio inteligente es aquel que utiliza la tecnología para permitir un uso eficiente y económico de los recursos, creando al mismo tiempo un entorno seguro y cómodo para sus usuarios. 

Este tipo de edificios pueden utilizar una amplia gama de tecnologías existentes y están diseñados o adaptados de manera que permitan la integración de futuros avances tecnológicos. 

Asimismo, ayudan a los habitantes y a las empresas a mejorar la fiabilidad y utilizar los recursos de manera responsable, lo que reduce el consumo de energía, optimiza el uso del espacio y minimiza el impacto medioambiental del edificio. 

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¿Cómo funcionan los edificios inteligentes?

Esta clase de construcciones utilizan los sensores y los datos recogidos del edificio y de los distintos sistemas internos para tomar decisiones y acciones importantes según la situación a fin de ayudarlo a tener un mejor rendimiento general y funcionar de manera eficiente. Por lo tanto, se vuelven más eficaces en cuanto a gastos y tiempo. 

Por ejemplo, un edificio inteligente podrá ajustar la calefacción o el aire acondicionado en función del número de personas que se encuentren en una zona, lo que conducirá a un uso más efectivo del consumo de energía.

Características de un edificio inteligente

A continuación, te mostramos las características que posee un edificio inteligente: 

• Conectividad: la información y los sistemas están disponibles en tiempo real para que cualquier usuario pueda acceder a los datos con facilidad. Esto facilita la autogestión y la autonomía para lograr el equilibrio más adecuado en el uso de los servicios. 
• Seguridad: la seguridad es uno de los principales propósitos de los edificios inteligentes, su objetivo es reducir los riesgos contra la delincuencia, las emergencias y los accidentes. Todo esto a través de la implantación de diferentes dispositivos de monitorización que permiten controlar acciones como el acceso a las instalaciones o la detección de incendios.
• Ecoeficiencia: este tipo de edificaciones están construidas con materiales y sistemas más eficaces y eficientes que logran optimizar al máximo el uso de los recursos naturales. 
• Adecuación: en su construcción se prioriza la accesibilidad para todas las personas, incluidas aquellas con limitaciones físicas o discapacidades.

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Beneficios de un edificio inteligente 

1. Reducción del consumo de energía 

Podría decirse que es una de los beneficios más destacados de los edificios inteligentes, ya que la reducción del consumo de energía no solo beneficiará a la empresa en términos de reducción de gastos y huella de carbono, sino que también tendrá un impacto positivo en el planeta. 

Con esta clase de infraestructuras, el uso de la energía puede controlarse y automatizarse por zonas, lo que significa que ninguna parte del edificio se calentará, enfriará o iluminará cuando no esté en uso, solucionando así el problema de la utilización ineficiente de la electricidad y las prácticas poco sostenibles de las edificaciones convencionales.

2. Mantenimiento predecible 

El mantenimiento es esencial para que cualquier equipo o sistema funcione de forma óptima y siga siendo eficiente, evitando así la necesidad de costosas reposiciones. 

Los edificios inteligentes pueden utilizar los datos recopilados de cada sistema interconectado y sus sensores para predecir cuándo cada pieza del equipo necesitará un chequeo de mantenimiento, permitiendo que nada pase desapercibido o se olvide.

3. Seguridad mejorada 

Un edificio inteligente puede maximizar la eficacia de un sistema de seguridad y permite el uso de diversas funciones y equipos tecnológicos para supervisar, gestionar y proteger la infraestructura, como cerraduras inteligentes para puertas, alarmas, cámaras, entre otras cosas.

4. Datos en tiempo real 

Una de las principales ventajas de un edificio inteligente es la capacidad de obtener datos en tiempo real, lo que puede contribuir a que se lleven a cabo acciones inmediatas y eficaces. Esto da lugar a un edificio que es versátil y flexible a sus propias necesidades actuales y, por lo tanto, puede alcanzar un nivel alto de eficiencia.

5. Mayor eficiencia de los trabajadores  

Cuando un lugar es más eficiente, también lo es quien trabaja en él. Un edificio inteligente está diseñado para mejorar la comodidad de los usuarios y, en pocas palabras, para facilitar su día a día. Otro de los aspectos positivos de un edificio inteligente es que contribuye a que los trabajadores que laboran en él sean más productivos.  

Hasta aquí hemos visto en qué consiste un edificio inteligente. Como ves, este tipo de infraestructuras ofrecen varias ventajas que mejoran su eficiencia y funcionamiento. Por lo tanto, benefician tanto a los habitantes como a los trabajadores y las empresas. Sin duda alguna, ¡adquirir un inmueble en estos edificios será una gran experiencia!

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